En una ceremonia en Mugello, previa al GP de Italia, el piloto Marco ‘Super Sic’ Simoncelli fue inducido al Salón de la Fama del Motociclismo, como vigésimo primer miembro. El italiano fue campeón mundial de 250 cc, pero perdió la vida en MotoGP en el GP de Malasia en octubre de 2011. Su padre, Paolo, recibió la estrella que lo acredita como legendario, de manos del presidente de la Federación Internacional de Motociclismo, el venezolano Vito Ippolito, y el equipo Gresini donó una de las motos Honda de Marco adornada con su número clásico, el 58, que lo distinguió en su carrera.