Marco Mattiacci llega al equipo de Ferrari en Fórmula 1 tras probarse como ejecutivo de altos vuelos en la división de autos de calle de la firma. Trabajó originalmente para Jaguar en 1989, cuando Ford compró la compañía, y fue reclutado una década después por Ferrari, que quedó impresionado por su estilo gerencial.
Luego de una fase trabajando en ventas en el Medio Oriente y de encabezar el lanzamiento de producto para Maserati en Estados Unidos, trabajó su ascenso para convertirse en presidente y CEO de Ferrari para la región Asia Pacífico en junio de 2006. El éxito de Mattiacci llevó a su nombramiento como presidente y CEO de Ferrari en Norteamérica en 2010. Ahí, las ventas se incrementaron 20%, logro que le valió el premio al mejor ejecutivo automotriz de 2012.