El premiado y gran vendedor de SEAT, el León, es un barco insignia de la marca, que no tiene gran cantidad de modelos pero ofrece cada vez más variaciones en ellos. Puedes comprar un Ibiza en tres puertas, en cinco, o como vagoneta, y el León se ha ido multiplicando en la misma línea con la llegada reciente del cinco puertas de base corta y esta versión Sports Tourer.

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El ST tiene la misma distancia entre ejes del cinco puertas pero tiene 27 cm más detrás del eje trasero, aumentando la capacidad de carga con los asientos arriba hasta 587 litros. Si bajas los respaldos aumenta a 1,400 litros. Es cómodo, por no decir conveniente. Los respaldos se mueven hacia adelante cuando accionas las palancas, y aunque el acojinado del asiento no se dobla para proteger, el piso es relativamente plano. También puedes mover el respaldo del asiento delantero para acomodar cosas largas. Una lástima, sin embargo, que el doble piso de carga sea opcional, junto a las mesas de picnic y los ganchos para bolsas. Más positivamente, el espacioso asiento trasero del SEAT no pierde con la reingeniería.

El León alargado también es guapo y la plataforma MQB eficiente en peso del Grupo VW lo hace la vagoneta más ligera en su clase. La mayoría viene con un eje trasero con barra de torsión no con multienlace, pero da un paseo cumplidor y un curveo limpio y con adherencia a pesar de algo de rolido. La dirección estándar tiene un peso consistente y precisión, aunque sin gran sensibilidad y habrá una versión de radio variable.

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El motor diésel de 2.0 litros está adaptado para cargas rudas, dado su firme despliegue del torque. SEAT reconoce que será el segundo motor más vendido en la forma de 148 caballos y 236 lb/pie que probamos aquí, con transmisión automática de seis velocidades y doble embrague que debe activarse en modo Sport si lo que buscas son reacciones nítidas. En el modo manual activado por palanca –sin mariposas– descubrirás un motor con mucho rango en los radios más bajos. En modo Drive adormece ligeramente su marcha pero es de progreso decentemente civilizado ocasionalmente roto por la extraña sacudida DSG. Dicho eso, tus oídos sabrán, sin duda, que este es un quemador de aceite.

El León está en la clase del Ford Focus, pero esta versión ST tiene al Ford Mondeo y Vauxhall Insignia en la mira. Aunque no los iguala en volumen de carga, la comparación no es descabellada. Pero su competencia más fuerte vendrá de su primo, el Skoda Octavia.

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