Carlos E. Jalife Villalón

“Open mind for a different view, and nothing else matters…”

Metallica

Es muy difícil entender cómo un triunfador puede ser abucheado, pero sucede. No todos los triunfadores son buenos, lo vemos siempre en las luchas donde muchas veces ganan los rudos, pero en la Fórmula Uno no hay rudos, así que los abucheos a Sebastian Vettel son incomprensibles, para mí.

Circula en las redes sociales –esas donde cualquiera es experto y puede decir las barbaridades que quiera– una teoría que dice que Vettel hace trampa y justifica así los abucheos, pues la voz popular sabe lo que los expertos no pueden descubrir, supongo que gracias al poder masivo de miles de cerebros pensando tonterías al mismo tiempo. Tal parece que el alemán usara un auto con tracción de control o le dieran gasolina de mayor octanaje que al resto (estas dos han sucedido, no son observaciones ociosas), pero si algo han hecho los comisarios deportivos es examinar de cabo a rabo sus RB6, 7, 8 y 9 y NUNCA, han encontrado algo ilegal en el auto; han cambiado muchas pruebas para evitar que tengan una ventaja como cuando con unas fotos se intentó demostrar que tenían un alerón delantero flexible y el auto siguió ganando cuando se incrementó el peso mínimo que debía soportar sin flexionar.

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Pero además la teoría de la conspiración aclara que solamente el auto de Vettel es ilegal, el de Webber no, pues Mark no gana tanto, ni califica tan adelante. Es un complot de una escuadra con base en Inglaterra para ayudar a su piloto germano y no al angloparlante australiano, Webber. ¿Lógico? A mí tampoco me parece, pero no hay que fijarnos en minucias, cuando es obvio que sólo así podría ganar Vettel año tras año. No importa que Fernando y los italianos tengan más equipamiento ni que en Woking los herederos del neocelandés tengan las instalaciones más avanzadas, ni que en GB y Alemania los de la estrella de tres picos unan esfuerzos para ser los mejores. Todo eso es inútil ante el complot que hace que un algoritmo le dé mayor potencia al motor de Vettel y otro algoritmo le permita tener más agarre aerodinámico, y un tercero le otorgue menor desgaste en las llantas, además que hay otro que seguramente hace que gaste mucho combustible, pero parezca que es el usual del reglamento, lo cual también indica que debe tener un tanque mayor para ese motor más potente. En fin, con los algoritmos todo se arregla, bien lo sabemos en México, y así la trampa es obvia y no hay que presentar pruebas ni demostrarla, todo mundo lo sabe, o qué ¿no leen los periódicos?

Lo que yo veo es que a muchos no les gusta que gane siempre el mismo, excepto cuando es su favorito, y como el alemán no es su favorito, deducen que debe hacer trampa para ganar. Cuatro años de triunfos constantes no se dan en maceta, y en lugar de estar objetando deberíamos disfrutar un desempeño tan cercano a la perfección y agradecer que somos testigos de ello. Tetracampeón significa cuatro veces campeón y Vettel es un digno ‘Tetra’, como lo fueron antes Fangio, Prost y Schumacher. Honor a quien honor merece…