El BMW i8, manejado aquí por primera vez como prototipo, es el segundo modelo en la nueva marca i de BMW. El híbrido avanzado, que presume una cifra combinada de economía de más de 48 kpl y emisiones promedio de CO2 de menos de 59 g/km, es un auto deportivo distintamente de nuevo mundo, tanto en apariencia como en carácter de manejo.

El coupé achaparrado y largo saldrá a la venta en abril próximo, a un precio que los ejecutivos de BMW insinúan estará en competencia directa con el más convencional Porsche 911 Carrera 4S, de 140 mil dólares. También está en desarrollo una versión biplaza estilizada más extrovertida del i8, aunque es improbable que llegue a las agencias antes de 2015.

Catalogado como un auto deportivo progresivo, el i8 fue mostrado primero en concepto en el salón del automóvil de Frankfurt 2009. Entonces tenía un sistema híbrido diésel-eléctrico. Sin embargo, eso dio paso a una configuración gasolina-eléctrica que comparte varios componentes, incluyendo el motor eléctrico principal, con el totalmente eléctrico i3 de BMW.

El 18, al igual que su hermano menor el i3, puede correr en modo sólo eléctrico, pero solo de hasta 35 km a una velocidad tope de 120 kph. El rango en modo híbrido promete ser espectacular, gracias a su tanque de combustible de 42 litros está montado debajo de los asientos traseros. En BMW no están preparados para dar una cifra oficial, pero está claro que el i8 estará entre los autos deportivos más eficientes construidos en la historia.

El estilizado del i8 ha evolucionado durante su desarrollo de cuatro años, pero se ha preservado la silueta básica y el extravagante diseño de la carrocería por capas, dándole al i8 una apariencia futurista que se traslada al interior acogedor de 2+2. Mide 4,689 mm de largo, el ancho es de 1,942mm y la altura es de 1,293 mm. Eso lo hace 449 mm más largo, 152 más ancho y solo 3 más alto que el BMW Z4 segunda generación, un auto ante el cual el i8 ha sido comparado extensamente.

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El tiempo prometido de 4.5 de 0 a 100 kph pone al i8 a la par del saliente M3

Como en el i3, el i8 hace un uso extensivo de fibra de carbono y aluminio en un intento de compensar el peso de su tren motriz avanzado. Aún no se revela una cifra definitiva, aunque se asegura que el i8 pesa menos de 1,490 kg. 35 abajo del Z4 sDrive35iS de dos asientos.

El llamado Módulo de Vida, de fibra de carbono, forma la estructura principal, a la cual BMW le ha puesto puertas con marcos de fibra de carbono y sub marcos de aluminio al frente y atrás. La carrocería exterior es una combinación de fibra de carbono (techo), aluminio (cofre y paneles externos de las puertas) y plástico compuesto (parachoques y alerones). El i8 también será el primer auto de producción en utilizar el “cristal gorila”, visto en los teléfonos inteligentes recientes. Se utiliza en el cristal trasero, aportando propiedades reductoras de ruido para el interior.

La forma de propulsión principal del i8 es un motor de gasolina turbocargado de 1.5 litros y tres cilindros –la misma unidad destinada al próximo Serie 1 de BMW de tracción delantera y al Mini de tercera generación, aunque con menos de los 2.0 bar de presión del turbocargador que se utilizó en el i8. Montado transversalmente detrás de la cabina, despliega unos impresionantes 228 caballos, en lo que es la salida específica más alta de cualquier motor BMW en existencia, con 152 caballos por litro y 236 lb/pie de torque.

Se envía todo a las ruedas traseras a través de una caja automática de seis velocidades. El motor compacto de gasolina es apoyado por dos motores eléctricos; el más grande de ellos está montado en el eje frontal. Con 129 caballos y 184 lb/pie, la unidad canaliza la tracción a través de una caja automática de dos velocidades. El motor eléctrico frontal es usado para traccionar las ruedas delanteras durante la fase de arrancado, en caso de tener suficiente carga en la batería de iones de litio de 5kWh alojada en el túnel central. Esto provee al i8 una capacidad de cero emisiones, lo que le permitirá sortear los cargos de congestión urbana que tienen en lugar en Londres. También entra en acción para impulsar el desempeño en conjunto con el motor de gasolina, aportando al i8 capacidad de tracción total.

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El i8 es enormemente intrigante y fantásticamente adictivo de manejar

También hay un motor eléctrico más pequeño con 13 caballos y 81 lb/pie sentado en la parte trasera, junto al motor de combustión interna. Es capaz de proveer impulso adicional a las ruedas traseras, pero es usado principalmente como generador para rellenar la batería o como alternador para recoger y almacenar energía cinética. Es interesante que el motor eléctrico trasero es también utilizado para suavizar la entrega al proveer tracción directa a las ruedas traseras cuando el motor de gasolina es llevado al proceso de tracción. Al hacerlo, BMW asegura que eliminó el pequeño decremento en la entrega provocado por el retraso del turbo.

BMW cita una potencia combinada de 357 caballos que le da al i8 una proporción de potencia a peso de 240 caballos por tonelada. Picos de torque combinado de 420 lb/pie, y más o menos el 44% está disponible en el momento en que tocas el acelerador.

Debajo del i8 hay un chasis, principalmente hecho de aluminio, que presenta doble brazo al frente y un arreglo de cinco enlaces detrás. Este último está montado directamente en el sub marco de aluminio que soporta al motor de combustión interna y al motor eléctrico pequeño. El auto tiene lo que el líder del proyecto i8, Carsten Breitfeld, describe como “cercano a la perfección” 50% por ciento al frente, 50% atrás en la distribución de peso. El sistema de dirección electromecánica se tomó prestado del X3, aunque con programación única para dotarle de reacciones más críticas.

Los rines de 20 pulgadas están optimizados aerodinámicamente y calzados con unas llantas relativamente angostas y de alto perfil ,195/50 al frente y 215/45 atrás.

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Las puertas estilo mariposa añaden drama visual al i8

Los compradores también podrán especificar rines de aleación de 20 pulgadas con gomas más anchas de 215/45 y 245/40, como las del prototipo que condujimos, para tener adherencia adicional. Entras al i8 coupé a través de puertas estilo mariposa que se mueven hacia arriba desde el frente, abriéndose para revelar una abertura estrecha para subirse. También hay un estribo sustancioso de fibra de carbono que negociar antes de caer en el asiento de respaldo alto, que tiene una cantidad generosa de ajuste eléctrico. Es un poco truculento entrar, pero la posición de manejo es placenteramente deportiva, con un asiento bajo, un volante montado casi verticalmente y un túnel central alto. Oprimiendo un botón suena un indicador que la ignición ha comenzado y en el panel de instrumentos aparece un juego de gráficas brillantes que se alterna en colores dependiendo del modo de manejo elegido, azul para E-drive y Eco-pro, rojo para Comfort y Sport.

El modo estándar de manejo es el Comfort, es decir, el segundo de los tres ajustes híbridos. Dado que hay suficiente batería en la carga, nuestros primeros cientos de metros se dan sólo bajo poder eléctrico, con el motor frontal suministrando tracción a las ruedas delanteras.

En su estado actual de desarrollo, el motor eléctrico sigue haciendo algo de ruido, pero de ahí en fuera, los niveles de refinamiento son espectaculares. Un toque más al acelerador levanta la velocidad hasta 64 kph, punto en el cual se activa el motor de gasolina, instantáneamente dotando al i8 con capacidad de tracción total.

La unidad de gasolina de tres cilindros suena un poco ronca cuando empuja, pero una vez que la tienes por encima de 4,000 rpm el i8 emite un sonido satisfactorio, de pecho profundo que se vuelve más deportivo mientras más se acerca hacia al corte de 7,000 rpm. Sin embargo, la acústica no lo es todo para el motor. Al igual que en el M5 más reciente, BMW ha combinado el sonido del motor con un generador de sonido sintético para llegar al resultado deseado. Le dicen progreso…

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La batería de iones de litio se carga así o en el camino

En modo Sport, con el motor eléctrico frontal y el de gasolina traccionando las ruedas delanteras y traseras, respectivamente, hay una aceleración genuinamente impresionante, junto a un cambio notable en las respuestas del acelerador y la dirección, así como una suspensión más firme para tener un control mayor de la carrocería. La cifra de aceleración oficial, que promete 4.5s de 0 a 100 kph, pone al i8 a la par con el M3 en línea recta. No hay pereza, entonces.

Manejo el i8 en la pista de pruebas Miramas de BMW en Francia. En el circuito y en los caminos circundantes, inmediatamente despeja cualquier duda sobre su habilidad para entregar características satisfactorias de manejo. Es extremadamente ágil, con una dirección electromecánica ligera, pero marcadamente directa. Puedes sentir el centro de gravedad bajo en la forma en que el auto ataca las curvas con entusiasmo. Sus propiedades dinámicas sobresalientes se caracterizan por su respuesta inherente, velocidad y ligereza de pies.

Hay muy poco movimiento de la carrocería cuando se elevan las fuerzas laterales, aunque la habilidad del auto de acarrear velocidad seria en las curvas es limitada por el estado actual del ajuste del chasis, que claramente favorece el subviraje. No es problemático, pero cuando el resto del auto está tan bien resuelto, la deficiencia en el agarre delantero se magnifica, rápidamente pone a trabajar al control de estabilidad dinámica (DSC) cuando comenzamos a darle duro.

BMW dice que el subviraje se debe, en parte, a las características de las llantas Bridgestone Potenza especialmente desarrolladas. Tienen paredes relativamente suaves y están diseñadas para entregar resistencia baja al giro para eficiencia máxima.

Pero este es un muleto de ingeniería y no un prototipo de preproducción, y BMW dice que hay desarrollos en camino que darán a las versiones de producción mejor comportamiento en medio de la curva.

La buena noticia –más bien gran noticia– es que puedes reajustar el límite del DSC y atenerte al prodigioso torque desarrollado por el motor eléctrico frontal y el motor de combustión interna para que sacuda la cola en curvas de media y baja velocidad, permitiendo enderezar la línea cuando las condiciones lo permitan. Así que es progresivo, pero también hay una buena cantidad de ajuste en el chasis.

El cambio automático entre los modos puramente eléctrico e híbrido es inicialmente una distracción, pero hay tremenda tracción cuando se convocan todas las fuentes de poder. Te permite usar con confianza el acelerador en el ápice, seguro en el conocimiento que la tracción se está enviando tanto a las ruedas traseras como a las frontales. Esto te da una tremenda tracción en las curvas y excelentes cualidades en cualquier temporada.

Estaba preocupado que la capacidad del i8 en carretera quedara comprometida por su tren motriz de alta tecnología,pesado, enfocada a la eficiencia, y los componentes que lo acompañan. Y después de hablar con el equipo responsable de su ingeniería, parece que BMW también lo estaba, al menos cuando se concibió en 2009.

Fue por eso que BMW invirtió ampliamente en la tecnología de fibra de carbono, y es la razón por la que el fabricante alemán puede traer el i8 para atacar un mercado a un peso que es menor a muchos rivales convencionales de dos puertas y también tiene el centro de gravedad más bajo de cualquier modelo existente de BMW. Al hacerlo, provee la base de lo que es realmente un auto emblemático. Luego de una breve corrida en este muleto de ingeniería, confiamos en que el i8 de producción estará a la altura de su reputación como auto deportivo. No es una arma para la pista en el sentido tradicional, pero entrega el tipo de respuesta, actitud directa y pulcritud de manejo que no sólo atraerá a los que buscan algo extraordinario, sino también a los entusiastas tradicionales.

El i8 es enormemente intrigante y fantásticamente adictivo de manejar; combina un sistema de manejo multifacético lo suficientemente fuerte como para propulsarlo a un ritmo furioso con cualidades dinámicas que te atrapan y que lo hacen terriblemente divertido en la pista. Y con unos pocos ajustes para eliminar ese subviraje inicial, promete ser incluso más emocionante al límite.

¿Porsche 911 Carrera 4S contra BMW i8 coupé? Esperen que sea una de las comparativas más anticipadas del próximo año.

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