GARY ANDERSON explica el efecto que las llantas para lluvia tienen en la puesta a punto del auto

Lo interesante de correr en piso mojado, comparado con pista seca, es ver a diferentes autos sobresaliendo. En seco, las cargas en el auto aumentan y le asignas más problemas, pero es mucho más que eso. La idea del dibujo en la llanta de lluvia es que desplace mucha agua, 60 litros por segundo en el caso de las actuales. La llanta de seco no te permite desplazar nada así que hay mucha diferencia en la superficie que cubre la llanta. Si pones un auto en el túnel de viento y no tienes plano el punto de contacto, el cambio en el centro de presión es enorme. Una llanta de lluvia tiene un efecto similar, así que hay un cambio grande en la aerodinámica de un auto, lo que a veces permite que un auto más lento destaque.

Me sorprendería mucho si hay un equipo que haya usado llantas de lluvia o intermedias en el túnel de viento. Ciertamente nunca hemos oído de una llanta de especificación lluvia para túnel de viento.

Ya no se hacen tantos cambios a la puesta punto del auto para lluvia como solían. Las llantas de lluvia incrementan la altura sobre el piso lo que reduce un poco el agarre aerodinámico frontal y quizás necesites quitar un poco de incidencia ahí. Si supieras que va a llover duro todo el fin de semana, deberías suavizar el auto en amortiguadores y barras antirrolido, pero no hay mucho más que hacer.

También está el reto de saber cuándo cambiar llantas. El punto de cambio en cualquier pista es entre 8 y 10 segundos menos que el tiempo en seco para las intermedias y entre 18 y 20 para las de lluvia. En el centro de comando en la pared de fosos pueden ver los tiempos, pero el piloto necesita retroalimentarlos porque puede estar mojado en un sector y seco en el resto, así que es el piloto el que debe encontrar piso seco ahí y compensar en el resto de la vuelta.

Siempre tomas en cuenta quién es el piloto. Si fueras de Ferrari, tendrías cuidado con Felipe Massa en esa situación, pero no con Fernando Alonso. De aquellos con los que trabajé, Rubens Barrichello y Giancarlo Fisichella sobresalen como buenos pilotos en esa situación, pero cuando oyes a pilotos que se quejan que en el centro de comando no les dieron buenas llantas, es basura. Ellos reciben mucha información para tomar esa decisión, pero es el piloto el que te dice qué tipo de llanta cree que puede aguantar en esas condiciones.