….el carro con mayor impacto en el diseño
y la tecnología de F1,
a través de un diseño inteligente e innovador

Desde el momento en el que el Lotus 49 nuevo bajó del transporte por la rampa y tocó el pasto arenoso del paddock en Zandvoort, en junio de 1967, quedó claro que el cambio era inevitable para la F1. Con el monocasco del Lotus 25, Colin Chapman ya había vuelto obsoleto el diseño convencional del chasis de F1
 en 1962 y ahora reinventaba un concepto que se mostró por primera vez en 1950 para así, otra vez, revolucionar las reglas del juego.

Lograr que un
 elemento cumpla con más de
 una función es uno de los santos griales de la ingeniería. Utilizando 
la piel del 25 como una parte del soporte de carga del chasis, con tanques de combustible integrados y montados en cada lado del piloto en una estructura de acero plegada, Chapman había eliminado el desperdicio intrínseco del concepto del marco espacial de acero.

053_002

Esto era perfecto para la era del F1 de 1.5 litros en la que los motores tenían poca potencia y la ligereza 
y la eficiencia aerodinámica era un diferenciador competitivo clave. Cuando la fórmula de tres litros comenzó en 1966, el Lotus 49 diseñado por Chapman y Maurice Philippe, llevó un paso más adelante esa filosofía al usar un motor creado específicamente para actuar como elemento estructural del auto.

Lotus y otros equipos británicos estaban impreparados para la fórmula nueva; los fabricantes de motores como Climax, en vez de diseñar unidades que se le adaptaran, desperdiciaron tiempo de desarrollo quejándose del cambio y cabildeando en su contra. Eso dejó a Lotus batallando por diseñar su auto de 1966 alrededor del H16 absurdo de BRM: dos motores V8 de 1.5 litros aplanados y unidos en el cigüeñal. La única ventaja de este mastodonte obeso era su fortaleza; el auto podía prescindir del subchasis que se usa atrás para sostener el motor y absorber la carga de la suspensión, pues el motor podía realizar ambos trabajos.

El Lotus 43 de 1966 pudo ser más exitoso, pero el peso del motor de BRM y su falta de fiabilidad –Jim Clark logró sólo una victoria– fueron factores que no se le perdieron a Chapman. Él necesitaba un motor diferente y mejor. Acababa de ganar la Indy 500 con potencia Ford y Chapman utilizó su encanto legendario para persuadir a Walter Hayes de Ford para que cubriera el costo de desarrollo de un V8 nuevo de aluminio que sería diseñado y construido por Cosworth.

053_003

El Año Cero de la F1 moderna comenzó en 1967. Graham Hill logró la PP en el debut del 49 en Zandvoort y después de su retiro, su coequipero Jim Clark ganó. Muy pronto los rivales hacían fila para conseguir la potencia de un Ford-Cosworth para ellos mismos. En 1967, el Lotus perdió el título debido a la falta de confiabilidad, pero desde entonces cada campeonato ha sido ganado con un motor que funciona como un elemento estructural del auto.

En 1966, el Lotus 49, diseñado por Chapman y Maurice Philippe, usó un motor creado específicamente para funcionar como un elemento estructural del auto