Ahora que los fabricantes han adaptado sus flotillas de autos para alcanzar el piso nuevo de emisiones Euro 6, la atención se centra en la siguiente meta: emisiones menores a 95 g/km de CO2 en 2020, lo que representa una carga mayor para los fabricantes, advierten algunas voces.

“Necesitamos asegurarnos de que hay una reflexión prudente en cualquier legislación”, comenta el jefe de ventas de BMW, Ian Robertson.
“La tentación de los legisladores es fijar un objetivo ambicioso, pero debe haber claridad sobre la forma de alcanzarlo —de otra manera, todos sufren—. Para alcanzar el objetivo de 95 g/km, necesitamos vehículos de electricidad pura, pero, para vender vehículos de electricidad pura, se requiere que los gobiernos proporcionen la infraestructura y que incentiven la tecnología. Todo esto toma tiempo”.