FOTO: Ducati Media House

Con miras a retomar su rutina deportiva, Jorge Lorenzo intentará tener un fin de semana sin contratiempos en el GP de Malasia del MotoGP.

Después de no completar la actividad en Japón y someterse a una operación hace poco más de una semana que lo obligó a no viajar a Australia, el español está de regreso en el paddock del Mundial de motociclismo, donde aseguró que su muñeca izquierda se siente mejor, pero será difícil volver a la dinámica deportiva por la falta de movilidad en ella.

«Primeramente, quiero volver a la moto porque ha sido mucho tiempo, muchas semanas o quizá meses que no la he montado, y por supuesto pierdes práctica, pierdes habilidades, todo», mencionó en la conferencia de prensa de este jueves.

«No solo se trata de las fracturas y las lesiones, pero también de la condición física general. Incluso si al momento pienso que no podré hacer algo grande, al menos puedo acostumbrarme a la moto de nuevo y esto me ayudará para mi última oportunidad de tener un resultado bueno con Ducati en Valencia».

Es por eso que el plan de Lorenzo constará en recuperarse al 100 por ciento, sin importar el resultado en pista o si debe volver a ausentarse en algún momento del fin de semana. Además, negó que su regreso sea para prepararlo rumbo a las pruebas del 20 y 21 de noviembre en Valencia, en las que tendrá la oportunidad de tener su primer acercamiento con Honda.

«Siempre (se trata del) presente, el siguiente objetivo. Soy un piloto de Ducati, y pienso sobre Ducati», aseveró. «Cuando termine la temporada, pensaré sobre mi siguiente etapa, mi siguiente desafío. Pero estoy pensando en Ducati».

«Intentaré estar aquí, tener algo de ritmo e intentarlo de nuevo con la moto, hacer mi tiempo montado más largo que en Japón – y si es posible ser competitivo, ser mejor».

Michele Pirro será relevo de Lorenzo durante el fin de semana ya que Álvaro Bautista, quien terminó en cuarto lugar en Phillip Island con la escuadra oficial de Ducati, volverá al equipo de Ángel Nieto para este fin de semana. La marca italiana se encuentra 39 unidades detrás de Honda en la Copa de Constructoras.