El presidente de la FIA, Jean Todt, ha despertado  la idea de tener un «motor global» que podría usarse tanto en la Fórmula 1 como en otras series de automovilismo.

El concepto fue propuesto previamente a fines de la década del 2000, cuando la FIA encomendó a una consultora de ingeniería británica que investigara el potencial de un paquete de reglas común para crear un motor base que pudiera adaptarse y usarse en hasta 11 series principales en todo el mundo.

El informe de 2009 sugirió que los campeonatos que van desde F1 e IndyCar a categorías menores de monoplazas, rallies, turismos y prototipos de autos deportivos podrían usar versiones del mismo motor, pero el concepto se esfumó en medio de las preocupaciones sobre costos y practicidad de los campeonatos y fabricantes.

Dada la gran inversión necesaria para producir motores para las actuales regulaciones híbridas de F1, Todt cree que revivir el concepto de reglas globales podría ser atractivo, «Por el momento, cada categoría de deportes de motor tiene sus propias regulaciones individuales, por lo que probablemente deberíamos tratar de ver si podemos tener algunas sinergias».