El piloto de Toyota, Jari Matti Latvala, tuvo que convencer a los médicos que le permitieran terminar el Rally de Portugal tras ser hospitalizado durante la ronda del Mundial de Rallies (WRC) del fin de semana pasado.

Latvala se sintió enfermo durante el receso, pero cuando se deshidrató el sábado por la noche, fue llevado al hospital de Oporto, donde permaneció hasta las 5:30 de la mañana, hora local, del domingo.

«Tomé algunos analgésicos y me ayudaron un poco, pero el problema era que no podía retener nada de lo que comía», dijo Latvala. «Cuando llegué ahí [al hospital], el médico me dijo que no podía conducir el domingo. Le dije: ‘Necesito conducir, necesito esos dos puntos’. Al final acordamos que manejaría, pero volvería al hospital para un chequeo después del final –así que tuve que hacer eso–”.