AYUDAR A LAS DEMÁS

La hidrocálida Gisela es hija y hermana de pilotos. Por ello desde chica estaba en los karts y pronto, ante la oposición de su mamá, se subió a un turismo, pero tuvo un choque, su madre se impuso y ella no volvió a correr hasta que llegó a la preparatoria. Ya en 2008 debutó en la copa potosina RC y quedó tercera en su clase de un Pony VW 1600 y convenció a su padre, Javier, que realmente le gustaba correr.

Desde entonces tiene todo el apoyo, aunque su madre le exigió que conservara su promedio de más de 9.5 en la universidad para darle el permiso de competir formalmente. Su papá simplemente le exigió que lo haga bien, por lo que ella inclusive contrató a un entrenador cuando sintió que necesitaba mejorar su condición física para las carreras de turismos de resistencia.

Gisela cita a Mara Reyes como su inspiración (textual dice: “es mi ídola”) y lo único que lamenta es que no hubiera pilotos femeninos que le hubieran ayudado cuando ella abría camino, por lo que ahora se ha vuelto la asesora no oficial de las mujeres que empiezan en este deporte y siempre que puede les transmite sus experiencias en las pistas para acortar el proceso de aprendizaje y lograr que haya más mujeres en el automovilismo nacional..

Tiene un plan multianual para ir subiendo en las categorías y espera llegar a lo más alto en turismos que México ofrezca, pero sin dejar las carreras aunque sabe que un día llegará el tiempo de formar una familia.

Es la decana en los turismos en México y, por ello, la guía de muchas de sus compañeras.

Su mamá nunca vio con buenos ojos que corriera.

META: Llegar a la Súper Copa Telcel, primero a los SEAT y luego a la Súper V8, paso a paso