Las revisiones de media vida del coupé convertible van más allá de la piel.

DATOS RÁPIDOS
PRECIO 246 MIL DÓLARES
A LA VENTA YA

Pocos Ferrari dividieron la opinión como el California lanzado en 2008. A algunos no les gustó la idea, y pensaron que este coupé convertible gran turismo, como el 1980 Mondial, abarató de alguna manera la mundialmente famosa marca de Maranello. De aquellos que pueden superar ese trance filosófico, muchos no sucumbieron en particular a la ejecución inicial del auto, específicamente su manejo. Y en el último aspecto, nosotros hemos estado entre los críticos, al igual que buena proporción de los dueños del California.

El V8 se ha vendido con fuerza en un momento desafiante para Ferrari, alcanzando 8,000 unidades globales en cuatro años. Siete de cada 10 dueños del California son nuevos para la marca Ferrari, y a la mayoría los ganó la idea de un auto que pueden usar a diario, para una amplia variedad de ocasiones, y necesitan hacer algunas concesiones.

Pero la retroalimentación de muchos de esos dueños –aquellos que dejan Mercedes AMG y Porsche 911 Turbos, por ejemplo– también sugirió que un poco más de velocidad de salida y balance dinámico en este súper auto de 246 mil dólares no estarían mal.

Las revisiones de media vida al California fueron a profundidad. El auto tiene una carrocería de aluminio rediseñada hecha de 16 aleaciones diferentes, que contribuyen a un ahorro total de 30 kilos sin comprometer la rigidez. La suspensión y dirección del California han sido refinadas y su V8 de 4.3 litros actualizado para producir 30 caballos adicionales y 14 libras/pie más de torque. El 0 a 100 kph que reporta Ferrari se reduce una décima a 3.8 segundos, mientras que el ahorro en peso y la actualización de la suspensión prometen respuestas dinámicas más limpias, control de la carrocería mejorada y un paseo ligeramente más silencioso y cómodo.

Aquellos que aún encuentran que le falta al California pueden ahora especificar el paquete Manejo Especial (ME) de Ferrari, que trae resortes más rígidos (15% al frente, 11% atrás), una cremallera de la dirección más directa (2.3 vueltas de tope a tope en lugar de 2.5) y un ajuste más agresivo de los amortiguadores magnetoreológicos. Cuesta menos de 8 mil dólares, parece un buen precio para los estándares de Ferrari, y probablemente muchos lo tendrán sólo porque pueden. Pero, ¿deberían?

Ferrari tenía autos de especificación estándar y ME en el lanzamiento del California 2012, y mientras que el último ciertamente tiene más agarre lateral y agilidad, no es tan dulce como el nuevo modelo “básico”.

La configuración de la dirección ME en particular difícilmente genera confianza; toma velocidad fuera del centro muy repentinamente, pero sin ningún incremento correspondiente en peso. Es el tipo de dirección que motiva a aventar el California con energía, pero hace que una línea suave de curveo se vuelva dura de seguir y se vuelve muy fácil inducir subviraje innecesario. No ayuda que control de carrocería del modelo ME es similarmente no lineal; hay un ligero rolado inicial de la carrocería, pero muy poca construcción de fuerzas de curveado después hasta que el auto comienza a patinarse.

El California regular, en contraste, es una máquina fácil y atractiva de manejar, además de muy balanceada en sus cambios en el chasis. Sin sufrir nada de la híper respuesta nerviosa del ME, también tiene mucha menos tendencia que la del de 2008 para rolar y clavarse, y comunica claramente sus límites de manejo.

Con un poco más de furia de su ya eufórico motor V8 y una caja de cambios automática de doble embrague, el California es hoy un auto que pocos argumentarían sea algo diferente a un crédito para su fabricante, y una alternativa sólida y atractiva para cualquier convertible de alto impacto.