Honda y Chevrolet en la cuerda floja como proveedores tras la salida de Lotus. Por MARK GLENDENNING

La salida de Lotus de IndyCar dejó a Honda y Chevrolet en la cuerda floja en su preparación para 2013, pues su énfasis en el desarrollo técnico compite con el nuevo reto sobre el número de motores que cada uno requiere proveer.

Lotus abastecía a un equipo –el HVM Racing de un auto– al final de 2012, pero su salida, que se concretó en diciembre, tiene repercusiones profundas para Honda y Chevrolet pues cada fabricante sólo estaba obligado a proveer el 40% de la parrilla, pero sin Lotus deben estar preparados para abastecer hasta el 60%.

El director técnico de Honda Performance Development, Roger Griffiths, quien actualmente prevé tener entre 11 y 13 autos el año próximo, dijo: “Con un tamaño de parrilla de 25, cada fabricante podría ser responsable de abastecer hasta 15 autos. Eso le agrega un reto. Tienes que ser capaz de construir más motores, tienes que revisar la capacidad de tu fábrica, la capacidad de las celdas de prueba, el equipo de apoyo en pista, y todo eso. Existe la posibilidad que pases más tiempo construyendo motores para los equipos y menos tiempo desarrollándolos para ir más rápido”.

Según Griffiths, uno de los obstáculos principales es determinar cuánto personal necesitan para dar soporte a los motores: “Uno especula sobre cuántos autos tendrá. Lo que sé de Ilmor (que construye los motores Chevy), y cómo operan, y cómo operamos nosotros, es que ciertamente ambos tenemos organizaciones muy delgadas. En el corto plazo, tendremos que cargar un poco más la mano a la gente existente hasta que tengamos algo más definitivo”.


El gerente del programa IndyCar de Chevrolet, Chris Berube, agregó: “Ciertamente, es un asunto de gestión de recursos humanos del lado mecánico, pero es un asunto de personas también. Debemos tener soporte para cada uno de esos motores. Así que esa es la parte más difícil”.

El cambio puede ser bueno para los nuevos entrantes potenciales. Con la actual estructura de renta que está en vigor cada motor es subsidiado por el fabricante; abastecer a más autos hace que la participación sea proporcionalmente más cara para los proveedores.