Es un hecho que Sergio Pérez es bueno, pero ¿tan bueno como para llegar a lo más alto? EDD STRAW le pregunta a los que saben, incluyendo al propio piloto.

Entonces, ¿que se siente ser la próxima gran cosa en F1?

“Es grandioso que la gente hable de forma positiva sobre mi”, dijo Sergio Pérez Mendoza, conocido por sus amigos como ‘Checo’. “Pero soy muy realista, porque un día puedes ser el próximo estrella, y al siguiente no tienes asiento. Seguiré trabajando fuerte, preparándome tan bien como sea posible y dando lo mejor de mí”.

Sabias palabras. Pérez no cometerá el mismo error que muchos de su edad creyéndose el rollo. Sabe que su condición de posible piloto de Ferrari en espera no quiere decir que lo más pesado de su carrera haya acabado. Pero ciertamente, ésta se ve grande en el radar de la Scuderia. Incluso antes de aquella casi victoria en Malasia en marzo, el mexicano es considerado como un remplazo inminente para Felipe Massa. El brasileño mejoró, y su desempeño en China y Bahrein –aunque nada del otro mundo– relajó la presión en Ferrari para hacer un cambio, pero Pérez sigue siendo un serio candidato. No es gratuito que sea miembro de la Academia de Pilotos de Ferrari.

Pérez es muy buen piloto, sin duda. Su desempeño en 2011 demolió las acusaciones que le debía su graduación sólo al patrocinio de Telmex. Merece su lugar en la parrilla sin duda. La pregunta es, ¿qué tan bueno es? Su reputación en las carreras para extender la vida de sus Pirelli sin perder velocidad es bien sabida. Pero así como esa es una virtud en sí misma, es además síntoma de una inusual capacidad de adaptación. Después de todo, hay veces en las que Pérez es realmente agresivo en la pista y más que feliz de atacar los bordes explorando los límites del circuito.

Aunque su reputación es la de ser un joven Jenson Button, hay ocasiones en las que se parece más a Lewis Hamilton en la pista.

“Cuando llegué a F1, la gente solía preguntarme cuál era mi estilo”, recuerda Pérez. “Pero no hay un solo estilo. Nadie tiene un solo estilo en F1, todo es cuestión de adaptarse a las condiciones porque son muy cambiantes. Por ejemplo, si tienes mucho subviraje, quizás tratas de frenar antes para no matar las llantas”.

Que Pérez haga que esos cambios de estilo se escuchen como algo tan natural es un buen signo. Lo obvio sería que esto fuera “talento natural”, pero lo que realmente quiere decir es que el piloto ha aprendido ciertas aptitudes tan bien que se adapta sin tener que pensar en ello. El ingeniero de carrera de Pérez, Marco Schupbach, también lo ha notado.

“Es muy bueno adaptándose y sabiendo lo que tiene que hacer para cumplir las metas”, coincide Schupbach. “Por momentos no es intencional, sino subconsciente”.

La adaptabilidad es crucial, pero ningún piloto puede ser exitoso en F1 sin una velocidad prodigiosa. Esta es, quizás, el área en la que Pérez tiene más qué demostrar. Si corriera al lado de Fernando Alonso en Ferrari, ¿realmente tendría esas pocas décimas que dividen a los grandes de los buenos? Es una pregunta difícil de responder por la falta de datos. La única comparación directa para Pérez en F1 ha sido su coequipero Kamui Kobayashi, un piloto que es lo suficientemente rápido para andar decentemente a media tabla, pero cuyas habilidades más sólidas radican en su capacidad para ofrecer una carrera buena y consistente. Los récords de calificación entre ambos favorecen a Pérez 13 a 9. Es muy bueno, aunque no concluyente como para apostar la casa a que el mexicano está al mismo nivel que Hamilton, Alonso o Vettel en una tarde de sábado.

Ferrari tiene una buena idea de su ritmo bruto. El año pasado corrió extensivamente en su simulador, principalmente para aprender las pistas en su temporada de novato, pero también ha sido monitoreado a detalle y probó un Ferrari 2009 en Fiorano en septiembre pasado.

Basado en el cúmulo de conocimiento, puedes estar seguro que Ferrari lo considera muy rápido si el equipo lo quisiera firmar.

“Está muy cerca de sacar lo mejor del auto”, reconoce Schupbach. “Si tiene el balance de auto que le gusta, entonces es capaz de aprovecharlo. Muchos pilotos batallan cuando tienen un coche que no les gusta, pero él no es tan crítico con eso”.

Donde Pérez también muestra signos de que puede estar al frente de forma habitual es en su enfoque y confianza. Estaba muy decepcionado de haber perdido un posible triunfo en Sepang por su propio error, pero declara sin titubear que si estuviera en la misma situación otra vez, prevalecería.

“Estoy seguro de que si hoy volviera a la carrera, con la experiencia que tengo, con certeza la ganaría”, reconoce Pérez. Y Schupbach coincide.

“Cometió un solo error”, dijo. “Fuera de eso, estuvo perfecto. La carrera estuvo cerca del máximo y si estuviera en la misma posición otra vez, creo que ganaría”.

Pérez y Schupbach no alardean, sino simplemente relatan hechos. El manejo de Pérez en Sepang fue notable, y despierta comparaciones con muchos de los grandes manejos en mojado. El Sauber sigue siendo tan sólo un auto de media tabla, y el mexicano absolutamente lo domesticó. Sólo hay que ver unos pocos minutos de la cámara a bordo, mientras se acercaba a Alonso sobre mojado, como una evidencia de ello. Dada la cantidad de tiempo que estuvo manejando al límite, el error es excusable.

Sauber notó de inmediato su madurez y enfoque cuando se integró al equipo. Monisha Kaltenborn, CEO del equipo y sucesora designada de Peter Sauber como directora del equipo, cita su reacción al grave accidente en Mónaco el año pasado como evidencia de esto. Impresionó la disposición de Pérez de retirarse cuando regresó a Canadá dos semanas después, y se dio cuenta de no que no estaba a la altura “Es sorprendente ver como lidió con la situación y la madurez con la que reaccionó cuando volvió al auto y se dio cuenta que realmente no estaba ahí del todo”, dice Kaltenborns. “No se cuántos pilotos, particularmente pilotos jóvenes, tendrían el valor y la fuerza para ser tan honestos”.

“Sergio, además del talento, está muy determinado a ser exitoso. Está muy enfocado en lo que quiere hacer y es muy apasionado en una forma positiva. Pero siempre hay que tener en mente que no tiene tanta experiencia. Es fácil creer que está más adelantado de lo que realmente está”.

Pérez tuvo que crecer rápido. Enviado a Europa en 2005 por Escudería Telmex para correr en la Fórmula BMW alemana, el mexicano de 15 años tuvo que vivir por su cuenta arriba de un restaurante en una villa. No hablaba alemán y carecía de la red de apoyo que tenían muchos de sus rivales europeos. Dos años después se mudó a GB para correr en la Fórmula 3. Tal como recuerda el jefe del equipo T-Sport, Russell Eacott, Pérez estaba por su cuenta.

“Fueron locos y caóticos”, dice de los primeros días de Pérez. “Lo depositaron en Inglaterra y tuvo que resolver él solo todos sus asuntos porque no había un equipo de administradores. Lo ayudamos, pero tenía 17 años. Se subió a un auto de calle y recibimos una llamada suya.

“Estoy en un garaje”, dijo. “’¿Cuál?’ ‘El que está en el camino. No tengo dinero. Mi tarjeta no funciona’.

“Un día, estábamos poniendo toldos en Oulton Park y le pregunté al ingeniero dónde estaba Sergio. ‘Ya casi estoy ahí, ya crucé el puente’.‘¿Puente?¿Cuál puente?’ Estaba en Gales, pues había anotado Pembrey en su navegador satelital. Casi cinco horas después ¡llegó exhausto!

“Es un buen chico. Le mandé un mensaje de texto inmediatamente después de la carrera (en Malasia) diciéndole que era un gran trabajo y bien hecho. Me texteó de regreso diciéndome muchas gracias”.

La experiencia fuera de México debe haber jugado un papel importante para que hoy Pérez tenga tanta seguridad en sí mismo. Tiene el aire de un hombre con media década de experiencia en F1, y no menos de dos docenas de arrancadas. Cuando estuvo llanta con llanta con Alonso, su héroe en las carreras, en Malasia, no se impresionó de más.

Algunos pilotos adquieren muy rápidamente el aire de estar a gusto en F1 y Pérez es uno de ellos. Considerando que hay media docena de campeones mundiales, no es un mal logro.

“Cuando estamos en la pista, no me importa contra quién estoy corriendo”, dice Pérez. “Vas por ellos y luchas contra ellos tan fuerte como sea posible. Aunque son grandes campeones, no hay razón para darles más espacio que a cualquier otro piloto. Pelearé con ellos al 100 porciento.

“Quiero ganar campeonatos mundiales y llegué a la F1 con grandes objetivos. Quiero ganar a lo grande y estar en un equipo que me pueda ofrecer eso. Si es Sauber, estaré muy complacido de quedarme aquí. Pero si tengo que ir a algún otro lado para encontrarlo, tengo que buscar. Mi meta no es manejar para un equipo en particular, sino ganar títulos. Haré cualquier cosa para ganar el título”.

Es claro lo que quiere decir. Aunque es una idea grata ganar el campeonato para Sauber, es difícil que eso suceda. Al menos, no en el corto o mediano plazo. Si Ferrari lo quisiera, el equipo no tendría problemas para sacarlo del equipo suizo.

Parece una cuestión de cuándo, y no de si, Pérez tendrá una oportunidad con un equipo más grande, aun si el gigante italiano decide no reclutarlo.

La pregunta capciosa es sobre el tiempo. Aunque no es una conclusión definitiva que Ferrari se lo llevará, la cuestión fascinante es cuándo sería el momento correcto… Un piloto de Ferrari necesita estar tan cerca como sea posible a ser un producto terminado, un piloto que, en el peor de los cases, requiera sólo un pequeño pulimento.

Pérez aún no es ese piloto, ni tendría por qué serlo, con su falta de experiencia. Si hubiera tenido un prodigioso monto de ensayos antes de su primera temporada de F1, como Lewis Hamilton, entonces tal vez lo sería, pero por ahora lo sensible sería que se quedara en Sauber al menos esta temporada e incluso también 2013.

“Viendo cómo los pilotos se mueven cuando son exitosos con una escudería como la nuestra, se vuelve importante que tengan una base sólida”, dijo Kaltenbom. “Te desarrollas sin cierta presión que te permite mejorar tus habilidades. Los pilotos son muy jóvenes hoy, pero aun así requieren tiempo y experiencia. Aún necesitan prepararse de la forma correcta o de lo contrario hay peligro que no alcancen su potencial completo. No veo algo que lo pueda detener, pero aún tiene mucho camino por recorrer”.

En los días de los ensayos limitados, le toma más tiempo a un piloto afianzarse en F1, y no fue hace mucho que Pérez estaba completando una temporada de novato que tuvo plenitud de incidentes junto a manejo llamativo. Ferrari es un ambiente de olla de presión y, si un piloto quiere brillar al lado de Alonso, necesita estar al tope de su nivel.

Ciertamente, Pérez ha impresionado a las personas correctas en F1 durante su corta carrera a este nivel. Quizás para finales de este año ya esté listo para ascender. Demostró en Malasia que es un ganador potencial de grandes premios. Pero sólo hasta que esté en un genuino auto ganador podría probar su potencial como ganador de títulos
Como el mismo Pérez dice: “Mientras más experiencia tengo, mejor me vuelvo”.

Los otros mexicanos en F1

Sergio Pérez es apenas el quinto mexicano en correr en el campeonato mundial. Entre sus predecesores hubo de todo.

Ricardo RodrÍguez

A la edad de 19, Rodríguez calificó como un sensacional segundo en un Ferrari de nariz de tiburón en su debut en Monza en 1961. Arrancó cinco carreras para el Cavallino Rampante, consiguiendo cuatro puntos con un cuarto lugar como su mejor resultado (en Bélgica 1962), antes de morir conduciendo un Lotus en la práctica para el GP mexicano no puntuable más tarde ese año.

Pedro RodrÍguez

El hermano mayor de Ricardo es el único mexicano en haber ganado una carrera en el campeonato mundial de F1, el GP sudafricano de 1967 para Cooper y el GP belga de 1970 en un BRM. También fue estrella en prototipos antes de morir en un accidente en una carrera Interserie en el Norisring.

Moisés Solana

Arrancó ocho carreras en máquinas BRM, Lotus y Cooper de 1963 a 1968. Su mejor calificación fue un séptimo manejando un Lotus oficial en el GP de EUA de 1967. No pudo ganar un solo punto, pero iba en curso a terminar entre los primeros cinco en México en 1965 cuando se retiró con un problema de ignición. Murió en un accidente de hill climb en México en 1969.

Héctor Rebaque

Un piloto jornalero de F1 de 1977 a 1981, su gran oportunidad llegó en su temporada final cuando compró un lugar en Brabham al lado de Nelson Piquet terminando en cuarto lugar tres veces. También corrió máquinas Hesketh y Lotus, así como su propio chasis Rebaque basado en Lotus, y se llevó un triunfo en Indycar CART en Road America en 1982.

Carreras clave de Pérez

Aunque el mexicano no obtuvo la atención que, digamos, Lewis Hamilton y Nico Hulkenberg, tuvieron en sus carreras juveniles, hubo signos de potencial

Abril 16, 2005
Primeros pasos en las carreras europeas, calificando como un sólido tercero en la inauguración de la temporada de la Fórmula BMW alemana en Hockenheim con patrocinio de Telmex.

Septiembre 9, 2007
Pérez sella su primer título en Europa, asegurando en Croft la corona en la Clase Nacional de F3 británica.

Abril 27, 2008
Lidera de inicio a final en condiciones cambiantes para llevarse su primera victoria en la F3 británica con el modesto equipo T-Sport en Croft. Por primera vez, el mundo de las carreras europeas realmente toma nota de Sergio Pérez.

Mayo 17-18, 2008
Remonta del sitio 14 en ambas carreras de la F3 británica en Monza, para llevarse un triunfo doble. Ahora se le considera un contendiente genuino al título.

Enero 24, 2009
Alcanza su primer triunfo en la GP2 Asia en apenas su sexta arrancada. Aunque se beneficia de la parrilla invertida, lo marca como alguien a seguir en este nivel.

Mayo 14, 2010
Gana la carrera de GP2 de soporte al GP de Mónaco partiendo como segundo en la parrilla, su primer triunfo en la serie principal, para emerger como el principal rival de Pastor Maldonado por el título.

Marzo 27, 2011
Es el único piloto en hacer una sola detención en la primera carrera de la era monomarca de Pirelli, terminando en un sublime séptimo en su debut de F1 en Australia. Es despojado del resultado por una ilegalidad en el diseño del alerón que no mejoraba el desempeño, pero el punto había quedado claro.

Mayo 28, 2011
Demuestra que puede volar en la calificación en Mónaco, alcanzando la Q3, sólo para sufrir una conmoción en un accidente masivo.

Marzo 25, 2012
Termina en un segundo lugar impresionante en el GP malayo. Habría ganado de no ser por un despiste persiguiendo a Fernando Alonso.

Son ya casi tres años desde el gran accidente en Hungría, pero el piloto de Ferrari aún tiene que redescubrir su antigua forma ganadora. Mientras la presión aumenta en Maranello, David Tremayne pregunta…