El estrella herido correrá otra vez, pero la F1 podría ser demasiado.
POR: ROBERTO CHINCHERO

Robert Kubica sigue acercándose a un regreso a las carreras, pero enfrenta una lucha cuesta arriba para regresar a la cabina de un auto de Fórmula 1.

El ganador del Gran Premio canadiense de 2008, quien sufrió lesiones serias en el lado derecho de su cuerpo en un accidente de rallismo a principios de 2011, ha progresado lo suficiente en meses recientes como para poder retomar al volante. Hace dos meses manejó autos de rally de Skoda y Renault, y fuentes cercanas a él revelaron que las heridas en su pierna derecha –en la que se reabrió una fractura tras caerse en enero– han sanado particularmente bien.

Ensayos recientes en el rallismo salieron mejor de lo esperado. Kubica había manejado algunas de esas rutas en el Clio S2000, y tras igualar rápidamente los tiempos que había puesto en el pasado, fue capaz de mejorarlos. En lo que a él respecta, el punto se había probado.

Sin embargo, AUTOSPORT tiene entendido que la razón por la que escogió manejar un auto de rallies y no un monoplaza o un simulador de Fórmula 1 es porque aún está luchando por recuperar la movilidad completa de su brazo derecho, que sigue siendo el obstáculo final en su impresionante recuperación. Los autos de rally, con volante del lado izquierdo, le permitieron al de 27 años más libertad para mover su brazo que en una estrecha cabina de monoplaza.

La postura de manejo requerida en un auto de F1 deja el codo casi atorado entre la cadera del piloto y el borde del chasis. Esto hace que la mayoría de su movimiento tiene que salir de su muñeca y antebrazo, las dos áreas en las que Kubica tiene que ha tenido que trabajar más fuerte en su recuperación. Sus recientes ensayos en el rallismo generaron mucha especulación sobre su mejoría. Pero ni siquiera los reportes inexactos sobre su condición harán que Kubica rompa su decisión de no hablar públicamente sobre su progreso.

Sorprendió a mucha gente al no asistir al Gran Premio de Mónaco, pese a vivir en el principado. Su ausencia se debió, en parte, al hecho de no tener interés en asistir a un gran premio si no puede competir, pero también porque ha decidido no hablar sobre su retorno hasta que éste no esté agendado.

“¿Cuál es el punto de hablar con la prensa sabiendo que no podría responder a la primera pregunta que me harían?”, dijo Kubica. “Me dirían, ‘Robert, ¿cuándo regresas?’ Y no sabría qué contestarles”.

Su deseo de evitar ponerle un plazo a su recuperación es también una de las razones clave por las que ha evitado las pláticas para manejar en un simulador de F1, y del porqué se rehúsa a contestar cuándo espera regresar. En las primeras semanas y meses luego de su accidente había especualaciones frecuentes sobre cuándo sería factible su regreso, pero estaba incómodo con eso porque no quiere apresurar su recuperación, o intentar comenzar a correr de nuevo sin estar en su mejor forma.

Gente cercana al polaco reportaron que su moral aún está alta y su pasión por el deporte motor es lo suficientemente fuerte como para que regrese incluso si no pudiera competir en la F1 otra vez. Algunos de sus amigos más cercanos en el paddock también están sorprendidos por el nivel constante de interés por su condición en el paddock de F1, especialmente dado que los pilotos son olvidados rápidamente cuando ya no están presentes en los fines de semana de carrera.

A Kubica aún no le dice un doctor que definitivamente será capaz de regresar al pináculo del deporte, pero tampoco le han dicho que eso sea imposible.