El choque más caro del mundo se produjo recientemente en las afueras de Saint-Etienne-des Guirets, Francia, cuando un auto intentó rebasar al Ferrari 250 GTO del estadounidense Christopher Cox, y le pegó. El auto era parte de una caravana que celebraba el 50 aniversario del mítico auto italiano.

    El auto en cuestión era el chasis 3445GT, producido en abril de 1962 y aunque originalmente era rojo, su dueño el piloto sueco Ulf Norinder, lo pinto de azul y amarillo en 1963. El auto cuesta 35 millones de dólares y aunque se desconoce si fue pérdida total, seguramente será reparado.