Por Tony Thomas

Conseguimos un salvaje, desgarra-llantas, paseo con Sebastian Vettel en la primera vuelta jamás dada en el emocionante circuito del GP de Nueva Jersey y descubrimos por qué está ansioso de empezar a correr en las calles estadounidenses.

No se puede negar que el circuito de Nueva Jersey es una obra todavía en construcción, pero ya ha dado de qué hablar sólo con unos fosos a medio completar y el trazado propuesto. Si alguna vez hubo un GP digno de un éxito pre ordenado, es este. ¿Cómo podría fallar con ese horizonte tan telegénico de fondo?

Y (susúrrenlo) el circuito debe justificar la propaganda. Una vuelta a bordo con Vettel es suficiente para convencernos de eso. Oh si…

Seb está aquí en Nueva Jersey, fresco de la PP y un cuarto sitio –que pudo ser primero– en Montreal, unas 21 horas antes. Él y David Coulthard acaban de completar vueltas exploratorias al diseño esbozado por Tilke, fundamentalmente igual al que se observa aquí, aunque todavía necesita ajustes finos y un sinfín de inspecciones de Charlie Whiting.

Vettel se detiene justo frente a nosotros y sale del Infiniti Coupé G IPLs de 3.7 Litros, con 348 caballos de fuerza y un costo de $30,000 USD, prestado por el patrocinador de Red Bull. Parece, a pesar de su eminencia como bicampeón mundial, un chavo que tomó prestado el auto de su papá rico para impresionar a su chica.

¿Qué piensa Seb sobre la pista? Él esboza esa sonrisa chueca tan característica suya –siempre una buena señal– y revela: “Va a ser muy, muy rápida”. Él sabe esto después de un solo giro, pero los apretados horarios no permiten conversar mucho antes de que tome de nuevo el volante y pise el acelerador al fondo, serpenteando colina arriba y fuera de nuestra vista; dejando poco más que un olorcillo a hule quemado en la brisa calurosa de la tarde.

“¿Ese era Sebasdian Veddel?” pregunta Mark Rumbalski, dudoso.
Sí, era él.
“¡Woah!”


Rumbalski, un constructor retirado de 57 años, se encuentra aquí hoy para conseguir algunas fotografías que poner en su archivo y está completamente anonadado de haber estado en la presencia de ‘Veddle’, habiéndose enterado que había un evento de la F1 Nueva Jersey el día de hoy. Tan entusiasmado se encontraba nuestro amigo que no pudo mantener a Seb enfocado con su cámara. Pero pronto Seb está de vuelta y ahora le toca a F1 Racing dar un paseo con él.

Mientras nos abrochamos los cinturones, hay una sonrisa acompañada de ojos destellantes proveniente del hombre detrás del volante, que es claramente visible ya que usa un casco abierto y no trae puesta la balaclava.

Se recarga en el respaldo trasero, sin aspavientos, para ajustar el equipo audiovisual usado para filmar la vuelta gracias a un sin número de cámaras HD dentro y fuera del coche.
A algunos pilotos les gusta asegurarse que sus pasajeros estén bien amarrados antes de arrancar, pero Vettel se está divirtiendo demasiado como para molestarse con algo tan mezquino y simplemente acelera –¡ka-boom!– 350 caballos de fuerza directos del pie derecho al asfalto virgen. Tres ocupantes y el hardware de alta fidelidad a bordo, hacen que este coupé no sea muy rápido, pero si lo suficiente para llamar tu atención al ver como primera se vuelve segunda y tercera, sin ningún blip en la potencia o la velocidad.

“Es un relajo con los caminos abiertos”, Seb explica mientras nos lanzamos hacia delante, provocando que reflexione que debí haberme callado antes de subirme. No hay tiempo para eso ahora. La escolta policiaca, a bordo de un Dodge Charger modificado (cuyo conductor debe estar teniendo el mejor día de su vida) es una garantía, o al menos eso nos aseguraron, que el camino estará libre de tránsito y peatones.

Llegamos a la Curva 1, una izquierda de 90° y después a otra pequeña derecha de 90°. Aceleración a fondo nuevamente por unos cientos de metros antes de llegar a una derecha ancha en la Curva 3, donde el circuito comienza a ponerse interesante gracias a una subida como nunca se ha visto en un circuito callejero de EU.


Seb, quien conversa amablemente mientras tortura sus llantas, está de acuerdo. “Es bastante como un sube y baja, mucho más de lo que esperaba, y será rápida: no hay muchas curvas cerradas”.
Deja de hablar un segundo (aunque su pie sigue duro sobre el acelerador) para apretar la correa de su casco: “Hay que verse bien para las fotos, ¿cierto?”.
Uno nunca falla en verse sorprendido por la habilidad al volante de un piloto de F1, especialmente cuando se desliza con un motor muy poderoso con precisión milimétrica a velocidades destroza-llantas en caminos desconocidos.

“Es un poco como Montreal” sugiere F1 Racing.
“Si… Pero es más sube y baja. Digo, aquí está bastante empinado”.
Subimos más allá del punto donde nos encontrábamos, y es aquí donde las observaciones sobre Mónaco de Vettel se vuelven ciertas, con una diferencia crucial.
¡SLAM! Eso es un tope, pasado alrededor de 130 kph sin advertencia alguna. Vettel –quien sabía que se aproximaba– sigue sonriendo. Sus pasajeros se encuentran muy callados. “No es mi auto”, ríe. “Claro que tendrán que quitar esos topes”.

Arriba y adelante a través de una rápida derecha directo al Boulevard JFK Este, el cual, a velocidades como las de un F1, parecerá una imagen gemela de la cima en Spa desde Eau Rouge hasta Raidillon y Kemmel. La diferencia es que mientras Spa está rodeada por el bosque de las Ardenas, el circuito de Nueva Jersey está rodeado de apartamentos. Es tan cercano y personal como el TT de la Isla de Man y lo que harán los locales el día de la Carrera sigue siendo un misterio para todos. Habrá cierto grado de desconcierto si un cuasi choque entre un auto de policía y un camión de basura (imagínense los titulares…) sirve de guía.

“Es un poco descabellado lo que estamos haciendo aquí, para ser honesto”, admite Seb. “Pero todo está coordinado por la policía, así que espero me dejen volver a casa. No creo que me fichen…”.
A pesar de sólo haber completado una vuelta o dos, Vettel ya tiene una buena idea de la pista y no está siendo amable con sus anfitriones cuando dice que está impresionado: “Las curvas son bastante rápidas y flotantes”, dice él, “y estoy seguro que podremos llegar a 310 kph”. Después reflexiona que podría ser lo suficientemente rápida como para dictar la puesta a punto si la velocidad tope es la primera consideración. “Aunque no va a ser Monza”, añade.


Vamos de nuevo de bajada en dirección a la, si así deseas llamarla, sección ‘Pouhon’ del circuito – una izquierda veloz y apantallante colina abajo que probablemente se tomará en cuarta o quinta con un F1. “Esto es agradable”, nota Seb, “especialmente si la pista es ancha en esta parte”.

Se sigue colina abajo hacia una horquilla ancha, mucho más que la de Montreal, lo que hace que Seb intente lograr que el Infiniti se deslice. Pero no parece poder encontrar el equilibrio perfecto, así que el coupé solo se menea de la cola antes de retomar su línea. “No es mi mejor habilidad”, se lamenta. “Es completamente opuesto a lo que tienes que hacer en un F1”.
No te preocupes Seb, tu solo sigue ganando grandes premios y estamos seguros de que te irá bien…

La vuelta se completa en una recta a nivel del mar que desemboca en los fosos, y después viene otra “S” angular (imagínen la Variante Bassa de Imola, pero alargada), antes de la meta. Y, los chicos siendo chicos, Vettel y DC – quien se encuentra cerca en una máquina idéntica– no pueden resistir hacer algunas donas para complacer a la multitud.

La idea que un gran Premio se lleve a cabo aquí es exhilarante, pero en algunos lugares hay escepticismo sobre si la carrera sucederá. Aunque en octubre se anunció un acuerdo por 10 años para que se corra en semanas consecutivas con el GP canadiense, Bernie Ecclestone dijo después que la carrera “definitivamente” no va a suceder, antes de añadir que no sería el caso si logran terminar la pista a tiempo. Cada quien interpreta eso como quiere…

El político-promotor Leo Hindery, encargado de cumplir el sueño de Ecclestone de un ‘GP de Nueva York’ dice: “Estos rumores de que la pista no avanza, realmente no entiende de dónde salen. Solo tienen que ver alrededor. Esta carrera va a ser tan emocionante como Spa o Montreal. Será un circuito para los fanáticos y los pilotos, nuestro reto es acabarlo. Cuando anunciamos nuestros planes en octubre del año pasado, era realmente un sueño, pero ahora la gente puede ver que ese sueño va a convertirse en realidad. Ahora solo depende de Bernie Ecclestone ponernos en el calendario de la F1”.

Por ahora, todos tienen los dedos cruzados esperando que Bernie haga justamente eso. De ser así, por estas fechas del próximo año los fanáticos de EU disfrutarán el increíble sonido de un motor de F1 por estos rumbos.