Fernando Tornello

A pesar del frío y la lluvia, entre el viernes y el domingo, casi 300.000 fans poblaron las tribunas del circuito Gilles Villeneuve, durante el GP de Canadá. Lo mismo ocurrió en Silverstone, con entradas agotadas desde muchas semanas antes de la carrera. Mostraron la verdadera pasión por la F1 que sólo se encuentra en aquellas plazas con tradición y pasado glorioso en la categoría.

El público canadiense creció con las hazañas de Gilles y el título de su hijo Jacques, con carreras memorables, con fiebre de F1. El de Inglaterra, con el orgullo de ser, junto a los italianos, los inventores de la F1, con inolvidables campeones y equipos, con hechos históricos marcados a fuego en sus pistas. Todo lo contrario a lo que sucede en algunos nuevos circuitos del lejano oriente.

Tal vez sea ésa la causa por la que Asia debe pagar fortunas incalculables por cada Gran Premio, mientras Canadá, por ejemplo, negocia el futuro de su carrera por 15 millones de dólares anuales más una tasa de 4% de aumento por temporada. Una enorme diferencia con los 40 millones que desembolsa Bahrein por cada largada en medio de su desierto.

La vieja ley de oferta y demanda funciona a pleno en F1. Algunas carreras son necesarias, otras deben pagar fortunas para acceder a la élite del automovilismo. Siverstone, Montreal, Monza, Spa, Mónaco, Interlagos no tienen nada que ver con Abu Dabi, Yeongam, Shangai, Bahrein, Singapur y Sepang. Aquellas encendieron la llama eterna de la categoría, éstas deben mantenerla; pero todas son necesarias en la aldea global. El reporte 2012 informa que 2,090 millones de personas presenciaron las carreras de F1 por TV, con más de 14,000 horas de pantalla en 110 canales que cubren 187 países. Esa exposición fue valuada en más de 6 mil millones de dólares (MMDD).

Un informe del Grupo Genii, basado en Luxemburgo y dueño de LotusF1, nos aproxima a la realidad. La cifra estimada que mueven las casi 200 empresas auspiciantes de la categoría y sus equipos se acerca a los 4 MMDD. Los números impresionan pero están avalados por un espectáculo único, con grandes campeones en la pista, con jóvenes que se abren camino rápidamente, con equipos capaces de crear autos increíbles, tanto como la logística que emplean para recorrer el mundo.

Para colmo, el calendario crece y el tiempo libre comienza a escasear. Ya se habla de realizar 21 GPs en 2014. Algunos equipos no avalan el proyecto, aunque a la hora de cobrar seguramente estarán más conformes. La falta de acuerdo para firmar el Pacto de la Concordia ha producido diferencias, tanto en lo deportivo como en lo económico.

Cualquiera sea su ubicación en el campeonato, Ferrari se llevará más de 100 MDD a fin de año, mientras equipos como Lotus, aún en el caso de ganar el título, no pasarán de 60. También aquí se notan los merecimientos ganados a lo largo de la historia. Después de todo, los fanáticos del equipo italiano superan el 60% del público total. Y eso rinde al momento de hacer las cuentas.