Por Carlos Jalife • @ Scuderiargz

La verdad estoy molesto con el estado actual de las cosas en la F1, pero no en la pista, ahí sí que gane el mejor, pues hay reglas y todo parece parejo. Pero fuera de la pista es otra cosa. En 2009 perdimos el GP de Francia.

Ahora, 2015, perdemos el GP de Alemania; y Bernie Ecclestone habla de que Monza no tiene sitio en F1 para 2016. Antes ha amenazado con quitar el GP británico porque lo maneja el British Racing Drivers Club –dueño de Silverstone–, del cual no es miembro, pues nunca fue invitado. Y ya ha quitado Bélgica alguna vez, Holanda es historia y Canadá está amenazado constantemente, al igual que EUA. ¿Ésa es la forma correcta de hacer negocios?

La suya es una historia de amenazas, tráfico de influencias, falta de competencia, asignación directa de los derechos, corrupción solucionada con pagos de cien millones de dólares y muchas otras reglas de negocios (y sociales) que no acató para hacerse con los derechos de la F1, retenerlos, venderlos, revenderlos y, de paso, volverse uno de los hombres más ricos del mundo.

¿Que él tuvo la visión para hacer crecer la F1? ¡Qué bueno! Ya la cobró con creces, pero ahora su dominio absoluto y su sentido (pervertido) del negocio están haciendo que la F1 se pierda.

Hablo como aficionado, a mí me vale sorbete si Azerbaiyán quiere tener un gran premio para que sepan ubicarlos en el mapamundi. Me importa un bledo si mis paisanos (soy de origen árabe) quieren tener sus grandes premios en todos sus emiratos que nadie recuerda cuántos son, mucho menos su nombres. No me interesa que los dragones asiáticos con su poderío económico tengan GPs en sitios sin tradición, con autódromos de centenas de millones de dólares –construidos por el socio de Bernie, Tilke– y tribunas semivacías.

A Pepe Fan le interesa que haya un GP en Francia, en Alemania, en Italia, en GB, en EUA, en Canadá, en México, en Brasil, en Argentina, en Austria, en Japón, en Sudáfrica, y que no cueste 40 millones de dólares al promotor porque el emir de no sé dónde paga eso por uno porque no tiene en qué gastar y quiere que su país sea un centro turístico para cuando se acabe el petróleo. A ese paso, cuando el sultán de Brunei se vuelva fan de la F1 va a querer un GP y se va a construir un autódromo y lo pagará con su petróleo y perderemos entonces otro sitio clásico que no puede igualar esa puja. Pero Bernie y sus jefes tendrán más dinero y promoverán la geografía a nivel mundial, ¿o qué, alguien está contra la educación?

Le seguimos el mes que entra…