Vettel

Se rumora mucho que Sebastian Vettel ya no tiene ganas de estar en la F1, aunque él lo ha desmentido y su actuación en Canadá lo evidencia. Como de costumbre, la idea divide a nuestros especialistas, pues los tetracampeones no se dan en racimos

DEBE SEGUIR

Es uno de los mayores rumores del año, pero creo que no es el momento correcto para que Vettel se retire. Es cierto que el alemán no tiene nada que demostrar, sus cuatro títulos lo colocan como uno de los mejores pilotos de la historia; sin embargo, está joven y puede dar mucho más, como vimos en Canadá.

Aunque 31 años parece ser demasiado grande para la F1, todavía tiene mucho que aportar. Por ejemplo, podría colocarse en un papel de mentor en Ferrari para hacer lo que ningún campeón ha hecho antes: dejar una escuela de pilotos campeones detrás de él. Incluso, con algo de suerte, podría regresarle el título a los italianos, mismo que se les ha negado en más de una década.

Es cierto, la prensa italiana es de lo más complicado en el mundo del automovilismo, pero también podríamos ver a Vettel desarrollar un equipo mediano, sobre todo si el tope de gasto se llega a implementar. ¿O qué decir de regresar a Red Bull como mentor de los talentos jóvenes? Algo que la escuadra austríaca necesita desesperadamente tras los problemas que ha tenido con los volantes no llamados Max.

Hay forma de incrementar su legado que no implican ganar un título, sólo es necesario que Vettel quiera.

Omar E. Jalife Ruz 

@ojalife

YA ES SUFICIENTE

Otra vez Vettel se enfrenta a un compañero lleno de hambre y nuevamente se le ve cansado del circo que rodea a la Fórmula Uno y de tener que demostrar que sus cuatro títulos son más por mérito propio que por decisión de los altos mandos de Red Bull por apoyarlo.

Esta película ya la vimos con el alemán cuando Daniel Ricciardo llegó a RBR a demostrar que merecía sentarse en la mesa de los niños grandes y pelear con victorias, situación que logró con creces al grado de orillar al “Baby Schumi” a buscar aires nuevos en Maranello. 2019 es una repetición con Leclerc jugando el papel de Ricciardo, pero totalmente restringido por Ferrari y sometido a órdenes de equipo que lo único que buscan es beneficiar a Vettel. El problema es que Vettel no reacciona y parece estar estancado y limitado, como que necesita un auto superior para brillar.

Fuera de Canadá, lejos ha quedado el Vettel que luchaba contra las órdenes de equipo e incluso las desafiaba. Ahora tenemos un tetracampeón que exige a gritos el apoyo desde fosos hasta para obtener banderas azules y que pasa gran parte del tiempo quejándose por la radio.

Pareciera que Vettel está muy cómodo y ya no exprime los autos hasta el límite, que ya no busca superar a sus coequiperos más que con órdenes de equipo y que bien podría estar en otros lados los fines de semana. Pareciera que otra vez es tiempo de cambiar de aires, pero en esta ocasión no hay equipo a dónde ir.

Carlos A. Jalife Ruz CAJR

@elzurdojalife