YA BRINCÓ A LA NATIONWIDE COMO PREMIO A SU ACTUACIÓN BRILLANTE EN LAS SERIES REGIONALES DE NASCAR Y AHORA BUSCA SER EL PRIMER MEXICANO EN CORRER PERMANENTEMENTE EN LA SERIE PREMIER DE AUTOS STOCK EN ÓVALOS, AUNQUE ALLENDE EL BRAVO YA LO VEN COMO EL PILOTO QUE PODRÍA ABRIR EL MERCADO HISPANO ESTADOUNIDENSE Y NUESTRO EDITOR INTENTA EXPLICAR EL FENÓMENO

Daniel Suárez originalmente era un kartista muy destacado en Monterrey, pero en su generación estaba el que quizás haya sido el mejor piloto emanado de esa ciudad norteña, otro kartista llamado Esteban, quien consiguió títulos 
y pronto se fue a las series de monoplazas para internacionalizarse y, al paso de los años llegar a la F1 a los 21 años de edad. Pero alguien mencionó que había un chavo en Monterrey que siempre le daba pelea a Esteban, y a veces le ganaba, aunque era un poco menor. Eso despertó el interés de algunos detectores de talento; lo que vieron fue un adolescente con un estilo aguerrido y veloz, siempre listo para aprender y finalmente fue reclutado por la Escudería Telmex y su escuadra hermana de Telcel Racing. Y fue subido a la NASCAR México a media campaña 2010 bajo el ojo del director 
del equipo, Jimmy Morales, quien lo tomó como proyecto propio y lo fue puliendo. Para 2012 Daniel empezó a dar resultados y peleó el campeonato, pero en la carrera 14 chocó y llegó casi sin posibilidades a la final, siendo tercero al final del año. En 2013 se mostró como el hombre más rápido de la serie mexicana, pero una vez más la carrera 14 fue letal para sus aspiraciones y perdió el título por menos de 10 puntos , quedando subcampeón. Ahora, en 2014 inició ganando cuatro de las primeras siete fechas y ha sido elegido por 17 de cada 20 aficionados como el más probable campeón (ver encuesta pág. 28) de esta campaña. Pero las encuestas no ganan campeonatos, como bien puede comprobar Stirling Moss.

A la vez que corre en la serie mexicana, Daniel se internacionalizó en 2011 corriendo en las series regionales NASCAR East y NASCAR West, pero su debut impresionó a todos cuando en la Toyota All Star que reúne a los mejores de las dos series regionales, fue undécimo y derrotó al tricampeón mexicano Germán Quiroga, algo que no muchos habían podido lograr en el último lustro en pistas mexicanas. NASCAR tomó nota y primero lo eligió como piloto por la diversidad para 2013, categoría en la que caben todos aquellos que no sean hombres estadounidenses blancos y sureños básicamente.

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Tras buenas carreras y el cambio al equipo Revolution Racing en 2013, logró su primer triunfo en el óvalo de Columbus Ohio, serie East, y acabó el año con seis podios y tercero en el campeonato, además de haber sido nombrado parte de la NASCAR Next, o sea, los pilotos que la propia serie ha detectado que van a ser los siguientes estrellas de NASCAR en sus tres series nacionales –NCTWS (más conocida como la de trocas), Nationwide y Sprint Cup– en el futuro cercano.

Así, en 2014 Daniel inició con dos triunfos al hilo en la East, incluyendo la prestigiosa fecha en el superóvalo de Daytona como parte del inicio de temporada de la Daytona 500, en febrero. Calladamente, los equipos grandes empezaban a echarle ojo y finalmente, por sus ligas con Toyota, el Joe Gibbs Racing anunció que lo subiría a uno de sus autos para debutar en la serie Nationwide en el óvalo corto de Richmond, a fines de abril pasado.

Daniel tuvo un fin de semana con carrera de
la EAST, la Nationwide y vuelo a México para completar corriendo en el óvalo de Monterrey, donde ganó, por cierto. Su debut en la Nationwide lo puso en el sitio 12 de 40 calificados y estuvo peleando entre los punteros hasta que un problema lo retrasó y le hizo perder varias vueltas, aunque al final se recuperó para terminar 19, a un giro del vencedor, mostrando gran manejo que hizo que el JGR decidiera irlo programando para otras fechas dependiendo del calendario.

Todo esto se dice fácil, pero por su programa dual en Estados Unidos y México, Daniel tiene que correr muchas veces en los dos países el mismo fin de semana, lo cual implica que no califica los sábados muchas veces y tiene que arrancar desde atrás, llegando a las pistas apenas a tiempo tras múltiples conexiones de avión o viajes largos por carretera hacia los aeropuertos más cercanos a las pistas. Pero su juventud, condición física y talento, le han permitido sortear estos obstáculos obteniendo en 2014 nueve podios en 16 carreras disputada, nada mal en porcentaje (56.25%), incluyendo seis triunfos (37.5%), además de haberse convertido en el piloto mexicano con 
más victorias en NASCAR en Estados Unidos cuando ya se acerca a la media centena de fechas disputadas en óvalos estadounidenses, casi tantas como en México.

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“INCLUSIÓN Y DIVERSIDAD, ESTAMOS TRATANDO DE HACER QUE SEAN SINÓNIMO DE LAS CARRERAS DE NASCAR… Y DANIEL REPRESENTA AMBAS A LA PERFECCIÓN” 
MIKE HELTON, PRESIDENTE DE NASCAR

Pero en otro 
aspecto,
 Daniel también
 representa el 
futuro. Desde que su 
fundador Bill France invitó 
a los hermanos Pedro y Ricardo
 Rodríguez a correr en NASCAR en
 1959 –aunque a Ricardo no lo dejaron
 porque tenía 17 años y las aseguradoras se
 negaban a cubrir a pilotos de menos de 18– la
 confederación de autos stock estadounidenses ha 
estado buscando al gran estrella que tenga la llave para 
abrir el mercado de hispanos en Estados Unidos, que son 
desde el censo de 2010 la primera minoría en esa nación y crecen más que la mayoría blanca y que las demás minorías relevantes, como la negra y la asiática. Pedro murió en 1971 cuando tenía planeado correr todo el final del calendario en NASCAR y planeaba una docena de carreras allá, con un equipo afín para tener oportunidad de sobresalir. Pero su fallecimiento dejó en el
 olvido el proyecto, que no fue resucitado hasta este siglo.
 El primer intento serio fue cuando en 2006 Juan Pablo
 Montoya llegó de la F1 al equipo Ganassi Racing, pero
 Juan Pablo es colombiano y la comunidad hispánica
 tiene una mayoría de mexicanos aproximadamente 
dos tercios del total, y nunca lo sintieron suyo,
 además que el carácter reservado del colombiano
no ayudó a posicionarlo. También han corrido
 algunos brasileños, quizás siendo el más 
conocido Nelsinho Piquet, pero no hablan
 español y eso cuenta mucho aunque el censo 
agrupe a los lusoparlantes con los hispanos. Y 
los pilotos surgidos de la propia comunidad, no 
han sido suficientemente buenos como para subir
de las series regionales. Pero un mexicano ganador,
 como muchos de los compatriotas o sus hijos que
 viven al otro lado del río Bravo, parece ser la solución
 al problema.

Daniel está abriendo camino, pero no es el único. Aunque ya ha brincado con su incursión a la Nationwide a su talentoso coequipero de Escudería Telmex, Germán Quiroga, este va peleando el campeonato de la serie de trocas, una de las tres nacionales de Estados Unidos y podría ser el primer mexicano en ganar en ella. Pero Germán es mayor una docena de años y, los expertos consideran que Daniel tiene mayor potencial simplemente por edad.

No es casualidad que un equipo del tamaño de Joe Gibbs Racing –uno de los cinco grandes de NASCAR junto con Hendrick, Roush, Penske y Stewart-Haas–, se haya fijado en Daniel, pues ellos evalúan el potencial de los pilotos desde temprano, saben predecir hasta donde llegarán y los cuidan para que lo hagan. Ser elegido por JGR es un gran paso, que trae consigo una gran responsabilidad, pues Daniel no sólo carga a México en sus hombros, sino también a la gran mayoría de la comunidad hispana en Estados Unidos, la que anhela ver a uno de los suyos triunfador en el deporte. Pero Daniel sabe lo que tiene en sus manos y quiere hacer historia, no sólo abrir el camino.

“YO QUIERO SER EL MEJOR” DANIEL SUÁREZ

“EL POTENCIAL DE DANIEL ES IMPRESIONANTE”
 JOIE CHITWOOD III, PRESIDENTE DEL DAYTONA INTERNATIONAL SPEEDWAY

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