Daniel Suárez domina desde la punta pero cae ante la regularidad de Jorge Goeters.

Con Germán Quiroga haciendo pininos en la serie de trocas de NASCAR en Estados Unidos, el campeonato 2012 se mostraba abierto, muchos contendientes posibles y ninguno dominante como Germán lo había sido en el lustro pasado. Las primeras fechas tuvieron siete líderes distintos en el campeonato hasta que Daniel Suárez tomó el mando con su velocidad y sólo Jorge Goeters le aguantó el ritmo.

El momento crucial de la NASCAR México 2012 vino en la fecha 13 –penúltima– en el nuevo autódromo El Dorado en Chihuahua, cuando ya con casi media carrera disputada Daniel Suárez iba al frente alejándose de sus perseguidores en la pista y en el campeonato, el cual también lideraba.

Pero falló la suspensión derecha delantera y su auto se fue de frente, solo, sin que nadie lo tocara y pegó estrepitosamente contra la barda. Daniel salió a enfrentar el cierre de campaña con 18 puntos de desventaja y Jorge Goeters –quien acabó octavo en Chihuahua– solamente necesitaba llegar entre los 15 primeros en la final para coronarse por segunda ocasión, y eso si Daniel ganaba y obtenía tofos los puntos adicionales en disputa.

¿Misión imposible? Casi, pues Jorge había quedado fuera de los 20 primeros una sola ocasión en el año y no iba a arriesgar a pelear un triunfo cuando tenía el campeonato en la bolsa. Así fue, otro octavo sitio en el Autódromo Hermanos Rodríguez le dio el título.

Daniel tuvo otro problema en la final y terminó tan atrás que el ganador, Homero Richards, le quitó el subcampeonato por un punto. Para Homero fue rescatar algo de una temporada que no fue la que esperaba tras sus victorias de 2011 que lo marcaban como el sucesor lógico del emigrado tricampeón, Germán Quiroga.

Rubén Pardo, ganador en la inauguración de El Dorado, fue cuarto al final de 14 fechas seguido por el ex campeón Toño Pérez. Destacó también Rubén Rovelo, quien cambió del equipo Telmex al Telcel Racing y ganó con ambos, pero no tuvo resultados acordes a su gran velocidad y cayó hasta el décimo sitio, primera vez que no mejora de un año a otro desde que entró a la serie y único de los ganadores dobles que no quedó entre los cinco mejores.

El novato del año fue un piloto de tercera generación, Rubén García Mateos, hijo de Rubén García Novoa, decimocuarto general.