El especialista Albert Rivers analiza el rallismo internacional ahora que por primera vez en el siglo no habrá un campeón mundial buscando el título y hay muchos contendientes al mismo.

En 2013 Sebastian Loeb, campeón los últimos nueve años en el Mundial de Rallies (WRC) y subcampeón en 2003 cuando Petter Solberg se coronó por un punto, solamente correrá cuatro fechas: Montecarlo, Suecia, Argentina y Francia, como parte de su gira de despedida antes de dedicarse a otro tipo de carreras, probablemente el Mundial de Turismo (WTCC) con Citroën y Le Mans y fechas selectas del Mundial de Resistencia (WEC) en 2014.

Por su parte, el noruego Solberg no ha sido recontratado para 2013 pese a que ofreció correr gratis para el equipo M-Sport, de Malcolm Wilson, que usará autos Ford Fiesta RS aunque sin apoyo oficial de la firma del óvalo azul. Eso hace que por primera vez en este siglo y probablemente la primera vez desde que se inició el Mundial de Rallies, no tendremos a un campeón disputando de tiempo completo el título. A la vez, las posibilidades se abren para que con cuatro marcas grandes participando de tiempo completo, tengamos uno de los campeonatos más peleados de la historia.

Aparte, el campeonato Super 2000 (SWRC) ahora se ha transformado en WRC2, y el de producción (PWRC) ahora será WRC3, aunque los autos permanecen estáticos en sus especificaciones, sólo los nombres cambian.

CALENDARIO

El calendario 2013 permanece en 13 fechas, iniciando con la edición 81 del Rally de Montecarlo; no hay cambios mayores en el calendario, aunque esta vez el rally antípoda será en Australia, no en Nueva Zelanda. El rally británico ha sido cambiado a su fecha habitual de final de año con su lodo y lluvia particulares –ahí podría definirse el título 2013– y el rally italiano, en Cerdeña, es a mediados de junio como estábamos acostumbrados.

AUTOS

La batalla entre los constructores será de Ford con su Fiesta WRC contra Citroën con su DS3 WRC, como en los últimos años, mientras Volkswagen debuta su Polo R WRC, tras haberlo probado durante 2012 incesantemente, y MINI conserva sus John Cooper Works Mini WRC sin apoyo de BMW, pero con el respaldo de Prodrive, algo equivalente a los que hace M-Sport con los Fiesta.

Realmente la diferencia entre el Ford Fiesta y el Citroën ya fuera el C4 o el DS3, había sido el inmenso talento del alsaciano Loeb, probablemente el mejor piloto de la historia en rallismo y quizás en cualquier forma de automovilismo. Pero el nivel de desarrollo de la fábrica de Versalles estaba propulsado por las incesantes pruebas que hacía Loeb para poner a punto el modelo y volverlo ganador.

Ford también probaba incesantemente, pero ahora sin el apoyo oficial, quizás M-Sport sufra a la hora de desarrollar los Fiesta, aunque el dinero substituto conseguido con el patrocinador Katar debe cubrir la temporada, pero sin la holgura de cuando eran el equipo oficial.

Tanto el Citroën como el Ford son autos ganadores y lo seguirán siendo en 2013, aunque los franceses tienen mejores números en la batalla habiendo ganado ocho de los últimos nueve títulos de marcas y nueve de pilotos, por lo que el factor Loeb –su ausencia– será el que defina esta lucha, que también es intra-árabe, pues Citroën tiene a Abu Dabi como patrocinio principal.

La incógnita es qué tan rápido podrá Volkswagen ponerse a tono en el Mundial para empezar a disputar las victorias con sus Polo R, diseñados desde cero, especialmente el motor que no está basado en uno de producción. Todo el año pasado los autos fueron desarrollados por el galo Sebastien Ogier, quien corría a la par en el Mundial en un Skoda (otra de las firmas del grupo VW) en la clase SWRC para no perder el toque.


Las primeras declaraciones del responsable de la máquina germana, Francois Xavier Demaison, han sido muy cautelosas, diciendo que probablemente pelearán los podios en la primera mitad de la temporada y se dice, basados en las declaraciones de fuentes anónimas, que el motor del Polo no tiene ni el torque ni la potencia de sus rivales, todavía, pero con un complejo industrial tan grande apoyándolos, no cabe duda que pronto estarán a la par, la incógnita es cuándo. Resalta el hecho que hayan decidido ir con dos marcas de amortiguadores –Sachs y Reiger– para ver cuál es el que les sirve más.

El MINI es una incógnita, no tanto en cuanto a velocidad, que la tiene de sobra, sino en cuanto a que Prodrive depende de dinero externo para desarrollar el auto y han estado haciendo anuncios de pilotos que correrán el Mundial para ellos, tanto en la clase principal como en el WRC2, pero no tienen a un piloto mundialista probado para encabezar sus huestes y lo más factible es que queden relegados al cuarto sitio detrás de los otros tres equipos grandes.

PILOTOS

Citroën, el campeón dirigido por Yves Matton, tendrá a Loeb en cuatro fechas, de las cuales es muy factible que gane cuando menos tres, siendo Suecia su punto flaco, pero ahí estará su líder de equipo, Mikko Hirvonen, para encabezar a los franceses con su conocimiento del terreno. Cuando Loeb no corra, el elegido para reemplazarlo es su antiguo coequipero, el español Dani Sordo, quien tiene que recuperar todo el tiempo perdido tras sus actuaciones intermitentes de los últimos tres años.

Mikko es el mejor en tierra actualmente, de hecho ha sido subcampeón en cuatro de los últimos cinco años, pero en asfalto Sordo es más veloz, por lo que la batalla interna podría ser brutal entre los dos y seguramente se añadirán algunos pilotos más para el tercer auto en el transcurso del año, como el árabe Khalid al Qassimi; además está el equipo junior que contempla al galo Bryan Bouffier, ganador de Montecarlo en el 2011 (IRC), y a su compatriota Sebastien Chardonnet en algunas fechas que no choquen con el WRC3.

M-Sport optó por no firmar a Solberg, probablemente el único que podría pelearle a Hirvonen el título en las terracerías, y prefirió la juventud del noruego Mads Ostberg (25), el ruso Evgeny Novikov (22) y el belga Thierry Neuville (24) para su escuadra oficial, aunque en el transcurso del año sus equipos satélite tendrán el apoyo del estonio Ott Tanak, el finlandés campeón del desaparecido IRC en 2010, del SWRC en 2011 y del ERC en 2012, Juho Hanninen y el checo Martin Prokop.


Y en eventos seleccionados estará Nasser al Attiyah, el katarí campeón del Dakar 2010. Es factible que los tres titulares ganen rallies este año, pero montar un asalto al título, con su inexperiencia, va a ser difícil.

El caso contrario -bastante experiencia|, pero un auto que no está listo aparentemente– es el caso de los líderes de VW, el finlandés Jari Matti Latvala (ex Ford) y el galo Seb Ogier (ex Citroën), quienes tendrán además en el tercer auto al noruego Andreas Mikkelsen. Latvala era consistentemente más rápido –pero chocaba más– que Hirvonen en Ford, y Ogier llegó a pelearle el título a Loeb en autos iguales, por lo que en el papel podrían ser favoritos, pero Mikkelsen es la estrella que desarrollan a futuro, junto con un cuarto auto que aparecerá intermitente al mando del probador germano Dieter Depping.

Por parte de MINI el único confirmado para todo el año es el polaco Michal Kosciuszko, proveniente del PWRC, pero en el transcurso del año podrían ir apareciendo algunos pilotos más como Jarkko Nikara e incluso el mexicano Benito Guerra, campeón PWRC 2012, si consiguen presupuestos amplios.

En el WRC2 el favorito parece ser el equipo oficial de Skoda, con el finlandés Lappi Esapekka y el alemán Sepp Wiegand sobre sendos Fabia S2000 y el también teutón Armin Kremeren un Subaru Impreza con el italiano Luca Betti sobre un Peugeot 207 S2000 y los ucranianos Valery Gorban y Oleksiyi Kikireshko sobre dos MINI JCW aunque la inscripción inicial del campeonato era de apenas 10 pilotos, entre ellos el mexicano Ricardo Triviño, quien probará suerte para intentar seguir los pasos de su compatriota Guerra.

Para el WRC3 destacan los pilotos de Citroën, Sebastien Chardonnet, Gilbert Quentin y Renauld Poutot sobre el DS3T.

LLANTAS

Michelin finalmente tendrá competencia pues la china DMACK ya ganó algunas etapas en 2012 y ahora tendrá patrocinio con diversos autos como el del polaco Kosciuszko y el ruso Novikov. De todos modos, para los chinos tener presencia ya es un triunfo.