Se terminó la espera para Kyle Busch. Después de varios segundos lugares, el piloto de Joe Gibbs Racing logró su primer triunfo de la temporada de la NASCAR.

En una carrera bastante accidentada, el ex campeón de la Cup Series se quedó con la Etapa 2 y lideró 115 de las 334 vueltas totales, aunque debió afrontar un sprint de 23 giros bajo bandera verde, en el que Kevin Harvick amenazó con quitarle el triunfo. El margen de victoria fue de tres décimas exactas.

Jamie McMurray, Erik Jones y Jamie McMurray completaron el Top 5, encabezando el grupo superviviente a una serie de choques que ocurrieron desde la bandera verde.

Apenas en el cuarto paso por meta, Alex Bowman hizo un trompo que generó una reacción en cadena, en la que el mexicano Daniel Suárez no pudo evitar el toque con el auto de Paul Menard.

Más adelante, Martin Truex Jr. y Kyle Larson tuvieron golpes por separado, mientras que en la vuelta 172 se produjo una carambola que dejó fuera a Jimmie Johnson, Brad Keselowski, Aric Almirola y Denny Hamlin. Diez de los 37 participantes llegaron en la vuelta del puntero, y solo 24 llegaron al final.

Busch, quien, llegó a 44 triunfos en su trayectoria, había cosechado tres segundos y un tercer lugar en las últimas cuatro carreras. Ahora, su primer éxito del año lo convirtió en el quinto piloto clasificado a los playoffs.

Después de su incidente, Suárez emprendió «control de daños», al concluir un 29° con déficit de 44 vueltas ante los líderes al final de la jornada, en la que además sufrió una lesión en su mano izquierda, como producto del golpe que sufrió al arranque, a más de 180 millas por hora.

En sus redes sociales, el regiomontano compartió que requirió de una férula en su dedo pulgar, mismo que será revisado por los doctores de la categoría durante la semana.

“Ha sido duro últimamente, pero esperemos tener un respiro muy pronto”, dijo.

La siguiente fecha se desarrollará el próximo domingo en Bristol, Tennessee, el segundo óvalo corto del calendario.