Como es tradicional, al final del año hacemos un recuento de lo mejor que sucedió en los 365 días anteriores y entre el EDITOR EN JEFE Y EL COMITÉ EDITORIAL –que casualmente son 13, pero uno reniega como Judas– eligen a los mejores pilotos del año en seis categorías y una par más de autos/motores, para premiarlos. Claro el proceso es mucho más intenso, con discusiones interesantes desde la nominación en las boletas y desacuerdos que se van planchando hasta llegar a la decisión final, que se tomó con base en los puntos al estilo F1 (de 25 al primero en escala descendente hasta uno al décimo). He aquí los resultados:

Al ser la F1 la categoría máxima del automovilismo, el mejor piloto del mundo debe ser alguien de esa categoría, dice el razonamiento. Bueno pues el elegido para 2017 es el tetracampeón mundial Lewis Hamilton, quien logró el 92% de los puntos disponibles para quedar primero, y tres de los electores no votaron por él como el mejor. Segundo quedó el otro tetracampeón, Sebastian Vettel, quien tuvo dos votos de primer lugar y fue el único otro en lograr más de 70% de los puntos totales. En tercero, muy meritorio tras quedar sexto en la clasificación final de la F1, votamos a Max Verstappen, aunque es obvio que no está al nivel del paquete de los tetracampeones, porque en manejo aparentemente ya lo consideramos arriba de todos los demás incluyendo su coequipero, (4°) y otros campeones (5° y 6°). El tercero en la clasificación de F1, Valtteri Bottas, quedó séptimo aquí, delante de Esteban Ocon y Sergio Pérez, con el galo adelante del mexicano, lo cual nos indica que los expertos están pensando que Sergio ya llegó a su tope y Esteban todavía tiene mucho techo arriba de su cabeza. Nico Hulkenberg completa la decena y también tuvieron algunos puntos Felipe Massa, Carlos Sainz II y Lance Stroll, nadie más.

Aquí la idea consistía en seleccionar al mejor auto de las distintas series reconocidas y campeonatos mundiales vigentes, considerando su tecnología y su éxito en la serie. No hubo sorpresas y el ganador fue el auto del piloto del año, el Mercedes AMG W08 híbrido de F1 con un total similar al de LH, 91% del total de los votos posibles, y sólo tres electores no votaron por este auto en primer lugar. Le siguieron, como en el piloto del año, el Ferrari y el Red Bull de F1, pero en esta ocasión el RB13 tuvo dos votos de primer sitio por uno de Ferrari, aunque a la larga quedó tercero en la votación. El mejor del resto, aquí si bien usado el término, fue el prototipo campeón del WEC el Porsche 919 H, seguido por su rival el Toyota TS050 H, ambos de la clase LMP1. Los 15 autos propuestos obtuvieron puntos, pero es notorios que los Fórmula E no quedaron entre los 10 primeros, pese a su tecnología de punta. Parece que sin ruido y con velocidad tope inferior a 250kph no son apreciados altamente por los expertos.

Una tercera categoría sería la del motor del año aquí solamente hubo siete que obtuvieron puntos, aunque siempre quedó la duda sobre si se puede llamar motor al propulsor de los autos de F la Fórmula E. El ganador, como sus contrapartes anteriores fue la unidad Mercedes de Fórmula Uno, llamada M08 EQ Power+. Su dominio no fue tan aplastante 81.33% de los votos totales, más peleado que las dos categorías anteriores. En segundo quedó el propulsor del Ferrari de F1, pero no fue tercero el del RB13 sino el del Porsche 919 híbrido del Mundial de Resistencia (WEC), lo cual seguramente tiene que ver con los múltiples abandonos que la escuadra RBR sufrió por ese Renault, que fue cuarto apenas un voto delante del Toyota usado en el WEC.

En el extremo de los pilotos veteranos, de 40 años y mayores, la pelea fue muy disputada. Sólo dos consiguieron más del 50% de los votos, siendo el ganador el campeón de la Indy 500, Takuma Sato, quien fue seguido por el ganador en todos lo que toca, el nonacampeón de rallies Sebastien Loeb y luego quedaron Juan Pablo Montoya y Jimmie Johnson, los cuatro separados por ocho puntos porcentuales. Y los 15 nominados obtuvieron puntos, pero esta votación nos da idea de lo valioso que es un triunfo en una de las joyas de la triple corona, las 500 Millas de Indianápolis.

 

Siguiendo nuestras ideas de que hay categorizaciones por las edades, el séptimo premio es para el mejor piloto juvenil considerado como tal el que tiene 20 años o menos. No hubo sorpresas y el dominio de Max Verstappen fue brutal, sólo uno no voto por él como el mejor de su edad, por lo que logró 94.33% de los votos posibles, el total más alto en las ocho premiaciones. Le siguió a distancia el campeón de F2, Charles Leclerc –quien debutará en F1 este año– y mucho más atrás, en tercero el otro F1 de esa edad, Lance Stroll, quien no tiene tanto cartel entre los expertos. El mejor del resto fue el regiomontano Pato O’Ward, campeón de PC en la serie  IMSA, a quien se le augura un futuro brillante.

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